Customise Consent Preferences

We use cookies to help you navigate efficiently and perform certain functions. You will find detailed information about all cookies under each consent category below.

The cookies that are categorised as "Necessary" are stored on your browser as they are essential for enabling the basic functionalities of the site. ... 

Always Active

Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.

No cookies to display.

Functional cookies help perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collecting feedback, and other third-party features.

No cookies to display.

Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics such as the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.

Performance cookies are used to understand and analyse the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.

No cookies to display.

Advertisement cookies are used to provide visitors with customised advertisements based on the pages you visited previously and to analyse the effectiveness of the ad campaigns.

No cookies to display.

Síndrome del impostor

Cuando nos sentimos como un fraude

¿Has tenido alguna vez la sensación de que no mereces tu éxito? ¿O de que en algún momento «echarás a perder tu tapadera» porque los demás se den cuenta de que no eres tan bueno como creen?

Es precisamente este sentimiento el que describe el Síndrome del Impostor. Significa que las personas sienten constantemente que no son lo bastante buenas, a pesar de sus éxitos y capacidades evidentes. Se sienten como «impostores» que no se han ganado su éxito.

Los supuestos básicos negativos del Síndrome del Impostor

El síndrome del impostor suele estar causado por creencias negativas profundamente arraigadas sobre uno mismo. Las personas que padecen este síndrome suelen tener pensamientos como

– «En realidad no soy tan bueno como los demás creen».

– «Tuve suerte».

– «En algún momento, se dan cuenta de que no puedo hacer tanto».

El papel de las emociones en el síndrome del impostor

Estos pensamientos negativos conducen a emociones fuertes que pueden tensar la vida cotidiana:

Miedo: El miedo a que los demás descubran la «verdad» sobre su supuesta incapacidad.

Vergüenza: Sienten vergüenza porque piensan que no merecen su éxito.

Estrés: Intentan constantemente conseguir aún más para demostrar a los demás (y a sí mismos) que son lo bastante buenos.

La conexión entre el Síndrome del Impostor y la autoestima

Las personas que experimentan el síndrome del impostor suelen tener baja autoestima. Miden su valía por lo que consiguen y por cómo les ven los demás. Pero la autoestima no debería depender de ser perfecto o de cumplir todas las expectativas. Nuestro valor como seres humanos es independiente de los éxitos externos. Si reforzamos nuestra autoestima, también podremos superar los pensamientos negativos del síndrome del impostor.

Consejos y ejercicios para combatir el síndrome del impostor

1. reconoce tus éxitos:

Las personas con sentimientos de impostura suelen tender a minimizar sus éxitos. Un ejercicio que puede ayudar es llevar un diario de éxitos. Escribe cada día lo que has hecho bien. Esto te ayudará a reconocer mejor tus capacidades y logros.

2. hablar de ello:

Puede ser muy aliviador hablar con alguien sobre estos sentimientos. Ya sea con amigos, familiares o un coach, a menudo te das cuenta de que no estás solo. Muchas personas de éxito tienen dudas similares. Ayuda darse cuenta de que esos pensamientos son normales y no tienen nada que ver con la realidad.

3. cuestiona tus pensamientos negativos:

La próxima vez que pienses que sólo tienes suerte o que no eres lo suficientemente bueno, pregúntate: ¿Hay pruebas que lo demuestren? ¿O quizás hay muchas más pruebas de que tienes éxito gracias a tus habilidades? Date cuenta de que los pensamientos a menudo no son ciertos y de que puedes aprender a darles menos poder.

4. trabaja tu autoestima:

Un buen ejercicio para tener más autoestima es decirte cada día al menos tres cosas que valores de ti mismo, independientemente de los éxitos externos. Por ejemplo: «Soy empático», «Sé escuchar» o «Soy valiente». Estas cualidades te hacen valioso, no sólo lo que consigues.

Conclusión

El síndrome del impostor puede hacernos la vida difícil porque nos sume en una duda constante sobre nosotros mismos y en la ansiedad. Pero es importante comprender que no tiene nada que ver con la realidad, sino que surge de una baja autoestima. Si aprendemos a reconocer nuestros éxitos, a hablar abiertamente de nuestros sentimientos y a reforzar nuestra autoestima, podremos superar gradualmente el Síndrome del Impostor.

¿Te gustaría también hablar abiertamente con tu pareja sobre tus deseos y necesidades y trabajar juntos en vuestra relación?

Entonces, ¡consigue la aplicación ahora y empieza hoy mismo!

Saludos de tu equipo PaarGespräch